RETURN TO
ROUTES
Último Refugio
del Lince Ibérico
Andújar,
territorio lince
Centro histórico declarado
de interés cultural
De ligar y tapas
De ligar y de tapas...
La palabra ligar viene del latín ligare, que se relaciona con la raíz indoeuropea leig- y está presente en las palabras liga, ligamento y ligadura.
Aparte de significar atar o mezclar, se usa coloquialmente como “coquetear con alguien del sexo opuesto”, pero en varias zonas de Andalucía, y especialmente en Andújar, se utiliza como salir a comer y beber con los amigos, por lo que es muy probable que su significado proceda de esa acepción de unir, mezclarse con un grupo de gente...
Desde cuándo se utiliza este término para salir a comer y beber no podemos saberlo, pero lo que sí podemos asegurar es que en el diccionario Vocabulario Andaluz (1933), de Alcalá Venceslada ya está incluido, y lo define ligar como: beber vino comiendo alguna tapa.
Este ilustre jiennense (1883-1955), durante más de cuarenta años se dedicó a recoger y estudiar el léxico andaluz; determinó la inclusión de un número muy considerable de entradas (18.000) de figuras de dicción o barbarismos, así como los vulgarismos, que se dan en andaluz.
Ya como correspondiente de la Academia de la Lengua traba amistad con don Julio Casares, maestro de la lexicografía española reciente, y autor de Diccionario Ideológico de la Lengua Española (1942) y es este autor, Casares, quien nos da una definición de tapa en su diccionario, define tapa como “rodaja de salchichón u otro embutido o fiambre que se sirve sobre un vasito de vino” por lo que puede deducirse el origen de esta palabra.
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define la tapa como "pequeña porción de algunos alimentos que se sirve como acompañamiento de una bebida en bares, tabernas, etc."
En cuanto al origen del tapeo existen muchas leyendas y hasta se cuenta que surgió en el siglo XIII gracias al rey Alfonso X El Sabio; el motivo es que éste debía tomar sorbos de vino por prescripción médica, y para evitar los efectos del alcohol tomaba pequeños bocados acompañando a la bebida. Tras recuperarse, ordenó a los mesones y tabernas castellanas que sirvieran una porción de comida para acompañar el vino y evitar que éste se subiera a la cabeza. Otros lo atribuyen a los clientes más alcohólicos de las tabernas por allá por el siglo XVI, a quienes se les daba una tapa de embutido para suavizar los efectos de la bebida.
En la primera mitad del siglo XIX, como ya hemos dicho, se daba este nombre a las lonchas de jamón o chorizo con las que tapaban los vasos de vino en los bares y tabernas de Andalucía. Esta costumbre, que se consolidó en esta región a finales del siglo pasado y que más tarde se fue extendiendo por todo el estado, pretendía despertar la sed y el apetito de los clientes. Durante la época de la posguerra las tapas fueron sustituidas por bocadillos, mucho más baratos ya que su principal componente es el pan. En los años cincuenta la tapa vuelve a adquirir protagonismo por al aumento de bares debido al crecimiento económico.
Las tapas reciben también el nombre de aperitivo o, si están pinchadas en un palillo, pincho o banderillas (término éste taurino y andaluz), y también cambia el nombre según la geografía, por ejemplo, en Aragón y Navarra se denomina "alifara" y el el País Vasco "poteo".
La tradición de tapear...
Las tapas de Andalucía son algo que el visitante nunca olvida. La costumbre del tapeo, es decir, ir a un bar a tomar una bebida y una tapa para luego ir a otro bar, se aprende rápidamente. Para los españoles, y en particular para los andaluces, es un evento social muy importante, en el que se charla de cosas banales o se hacen negocios.
En muchos lugares la tapa es gratis, es un acompañamiento de la bebida, con lo cual, el ir a cenar “de tapas” es cada vez más popular los fines de semana. Y siguiendo esta costumbre se encuentran infinidad de tapas: frías como el jamón o ensaladas, calientes como pescadito frito o callos, tradicionales o muy elaboradas, montaditos (pequeños bocadillos) o cazuelas.
Este también es el caso de Andújar, donde es típico que los bares ofrezcan un pequeño aperitivo acompañando a la bebida a un único precio.