La actividad constructiva entre la segunda y tercera década del siglo XX fue intensa en la ciudad. Años en los que la burguesía local se harán construir cómodas casas ubicadas en las arterias principales de Andújar: Corredera san Bartolomé, calle san Francisco y Ollerías.

La estética regionalista es la opción preferida, dejando el arquitecto Aníbal González los ejemplos más preclaros, como la casa Aldehuela o la casa Espejo. Su tipología responde al mismo esquema: tres plantas, el espacio interior organizado en torno a un patio central al que se accede por medio de un zaguán y la fachada articulada con bellos miradores y balcones.

La casa Espejo es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura regionalista de la localidad. Proyectada en 1927 por el arquitecto Aníbal González Álvarez, uno de los máximos exponentes de la arquitectura regionalista de tipo andaluz, que la puso en boga desde la dirección del certamen de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929. Autor de la plaza de España de Sevilla, del palacio de Bellas Artes, de estilo plateresco,  y el de las Artes Decorativas, de estilo mudéjar.

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La casa Elías es un proyecto de 1916, en la que se aúnan, de forma atractiva, elementos tan diversos como la cerámica vidriada, el ladrillo visto, el mirador de hierro forjado y el paramento bicolor, y es un bello ejemplo de arquitectura regionalista. Su tipología responde al esquema de: tres plantas, el espacio interior organizado en torno a un patio central al que se accede por medio de un zaguán y la fachada articulada con bellos miradores y balcones. Se le suele llamar Casa Elías, porque allí estuvo la consulta de un médico con ese nombre.

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La casa Guerrero (calle Ollerías, 13) es uno de los ejemplos más tempranos e interesantes de la arquitectura regionalista local. Construida en 1924, su fachada realizada en ladrillo rojo y ocre, presenta un bello mirador muy característico en este tipo de arquitectura.

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En la corredera San Bartolomé encontramos la casa Rueda, de la primera mitad del siglo XX. Su fachada, de balcón corrido con barandilla de forja, está terminada con dos torres mirador. Los balcones que caen debajo de los miradores están coronados por un dibujo decorativo sobre la cornisa.

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Terminada la guerra Civil (1939), la plaza del Mercado sufre una intensa actuación, realizada por la Dirección General de Regiones Devastadas. En este espacio se ubicaban algunos de los mejores ejemplos de la arquitectura civil barroca de la ciudad: el palacio del marqués del Puente, el del conde de Gracia Real y el del marqués de San Rafael. Nada queda de ello fruto del infortunio y la desidia. Edificios como el de Correos y Telégrafos, obra del arquitecto Prieto Moreno (1943) o espacio públicos reinventados ocupan hoy su lugar.

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Asociación de Amigos del Patrimonio de Andújar