Embalses

Del Jándula

Es uno de los más bellos enclaves del Parque Natural Sierra de Andújar. Se accede a través de la A-6177 (Andújar-Santuario Virgen de la Cabeza). En el km 14,750, pasado el Complejo Turístico “Los Pinos”, tomaremos a la derecha la JH-2005 y llegaremos hasta el cruce donde se ubica el tentadero de la finca “Los Escoriales”. A la izquierda tomaremos la JF-5004 (carril sin asfaltar), que nos llevará a la presa (unos 9 km).

​

El tipo de presa es de gravedad de mampostería y hormigón cliclópeo y de planta curva, con una altura sobre el cauce de 87 m, una longitud de coronación de 240 m. Tiene una capacidad de 322 hm3  y su cota  de coronación es de 357,60 m.s.n.m. Pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y su principal función es la producción eléctrica junto con la regulación del caudal ecológico.

​

Esta presa fue proyectada por el Arquitecto D. Castro Fernández Shaw y ha sido incluida en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. 

​

Construida entre 1924 y 1932, Fernández Shaw hace gala en esta obra, una de sus primeras, de una simbiosis formal y conceptual entre expresionismo y racionalismo, corrientes arquitectónicas del siglo XX. Predomina en este caso la vertiente expresiva, definida por un empleo masivo y potente del material que subraya, mediante una lectura dramática y directa de la función a la que obedece, unas claras connotaciones monumentales referidas al dominio del hombre sobre lo natural. Rotundidad que se matiza en las ondulantes formas que rompen su basamento en un elocuente símil de recuperación de la libertad de las aguas contenidas.

​

Junto a la presa se encuentra el Poblado de “La Lancha”, construido para albergar a los trabajadores participantes en su construcción y sus familias. Actualmente, se encuentra prácticamente en ruinas, quedando sólo algunos edificios habitables que incluso son utilizados por algún personal encargado de la vigilancia y mantenimiento de la presa. Fueron aproximadamente mil los trabajadores que participaron en la obra y unos dos mil los familiares que les acompañaban, por lo que llego a tener hasta más de tres mil habitantes este poblado. Disponía de un pequeño hospital, puesto de la Guardia Civil, economato, teatro, iglesia y una gran cuadra que valía para guarecer a los animales que utilizaban para el transporte de materiales y personas.

​

A lo largo del camino y a la orilla del pantano, no es difícil de avistar algún ciervo, gamo, muflón, etc. Si es otoño, los ciervos nos ofrecerán el espectáculo sonoro de la berrea y, con un poco de suerte, podremos contemplar la lucha de los machos cuerna con cuerna. También es un lugar ideal para la pesca, principalmente el black-bass, la carpa y el barbo; y como curiosidad, hay un pez que sólo habita en esta zona, denominado Bogardilla.